martes, 23 de octubre de 2012

Peronismo



La clase obrera y el Peronismo

La protesta, el arma del proletariado


La clase obrera encontró en la huelga una manera de hacerse escuchar, una forma de plantarse ante el poder y reclamar por sus derechos.


La protesta ha sido a lo largo de la historia mundial un ícono de lucha por los derechos de trabajadores,estudiantes,colectividades, minorías, en fin, un método legítimo utilizado por quienes buscan mejorar sus condiciones, apoyar una causa o generar un cambio profundo. De este recurso, la clase obrera se valió para reclamar por sus derechos que habían sido olvidados por quienes estaban en el poder, y que solo fueron escuchados por Juan Domingo Perón, que poco a poco se había ganado su confianza a través de sus políticas llevadas a cabo cuando estaba a cargo de la Secretaria de Trabajo y Provisión.
Perón había sido nombrado durante el Gobierno Militar, instalado desde el Golpe deEstado de 1943, en los cargos de vicepresidente y secretario de Trabajo y Previsión, de los cuales el 9 de octubre de 1945 fue destituido y posteriormente el 13 del mismo mes fue arrestado en su domicilio y luego trasladado a la prisión de la isla Martín García. Este hecho provocó la rápida reacción de la clase obrera que se organizó en marchas durante varios días para exigir la pronta liberación de su líder.

Obreros pertenecientes, principalmente al sindicato de textiles y frigoríficos salieron a la calles a realizar piquetes para apoyar a Perón  mientras estaba injustamente en prisión. Los sitios claves donde decidieron llevar a cabo la manifestación eran todos los puntos de acceso de Berisso y diez ciudades del país, que incluían a la Capital Federal, La Plata,  Rosario, Córdoba, entre otras. Estas movilizaciones espontáneas  tuvieron lugar el 17 y 18 de octubre, y generaron todo tipo de reacciones de quienes observaban la situación sin participar o estar de acuerdo.

La protesta es recordada por el Peronismo como una hazaña, que permitió la liberación de su líder, y posterior llegada al poder. Sin embargo, sus críticos la definen como una revuelta, y prefieren recordar los disturbios que llevaron a cabo los manifestantes, como el ataque al periódico El Día o a la Universidad de La Plata, así como también a comercios y casas ubicadas en zonas caudalosas.

A pesar de las criticas buenas o malas, la protesta que realizó la clase obrera en apoyo a Perón no pasó desapercibida y su trascendencia fue tal que generó que  a lo largo de la historia Argentina, la clase trabajadora copiara este recurso para luchar por sus derechos. Trabajadores, estudiantes, profesionales, la sociedad toda se vale de la protesta para reclamar, claro esta que algunos reclamos son más legítimos y justos, que otros.








Por Emiliano Mendoza

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