El legado de la Reforma
El movimiento estudiantil de 1918 marcó un antes y un después en la educación de Argentina, y de Latinoamérica.
La Revolución Universitaria o Reforma Universitaria de 1918, fue un movimiento estudiantil que buscaba mejorar las condiciones y derechos de la comunidad educativa del momento. Su importancia fue tal que trascendió las fronteras argentinas, y se expandió por toda Latinoamérica dejando un legado para toda la sociedad. Un legado que perdura en el tiempo, pero que también invita a seguir manteniéndolo con la lucha constante por lo que se cree que sea justo.
Este movimiento iniciado en la Universidad Nacional de Córdoba, fue condicionado por el contexto histórico mundial (La Primera Guerra Mundial, y la Revolución socialista soviética de 1917), pero esto no impidió que se realizaran grandes y profundos cambios, como la libertad de cátedra, autonomía universitaria, co-gobierno, la formación de centros de estudiantes entre otros.
La huelga llevada a cabo por los estudiantes cordobeses recibió el apoyo de los estudiantes de la Universidad de Buenos Aires, Universidad de Tucumán, así como también del sindicato obrero y de toda la sociedad. La solidaridad no se hizo esperar, y comunidades educativas de América Latina brindaron su apoyo y se unieron a la lucha.
Córdoba se convirtió así en pocos años, en pocos meses, en el símbolo de la rebeldía estudiantil para toda América. Los hechos y su pequeña leyenda trascendieron las fronteras argentinas y fueron a redoblarse en otros países del continente. La lucha incansable de los estudiantes universitarios se hizo historia, y cambió la vida universitaria para siempre. Este heroico movimiento invita a los estudiantes de antes, de ahora y de mañana, a luchar por la libertad, la justicia y la igualdad, y mantener el espíritu de la lucha vivo como una llama que no debe extinguirse.
Tal fue su importancia y trascendencia que fue considerado como movimiento cultural, los principios y fundamentos de la Reforma, tales como la relación de los intelectuales con el pueblo y la clase obrera, el sentimiento de unidad indoamericana y latinoamericana, el impulso del laicismo en la ciencia, la extensión de la universidad a la sociedad, la defensa de toda forma de democratización de la cultura, etc., han tenido como consecuencia la presencia activa de los reformistas en la producción del arte y la ciencia.
Tal vez el mayor legado que dejó la Reforma haya sido la idea de lucha constante por cambiar un sistema, para convertirlo en algo mejor para uno y para todos. Un ejemplo claro en la actualidad, son las tomas de colegios secundarios
por parte de alumnos que buscan, con este reclamo, una educación
mejor; manteniéndo de alguna manera el legado de los estudiantes cordobeses.
Por Emiliano Mendoza.
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